Naturaleza y Espíritu de cada una de las Horas. Parte I

images28.jpeg

El carácter horario de la Liturgia de las Horas se destaca no sólo por el hecho de que cada uno de los oficios está escalonado a lo largo del día, sino también por el contenido temático referido a las horas o a los misterios de la salvación vinculados históricamente a ellas.
Laudes: laudes son una oración estrechamente vinculada, por tradición, ordenamiento explícito de la iglesia y contenido contextual, con el tiempo que cierra la noche y abre el día. Es la voz de la esposa, la iglesia, que se levanta para «cantar la alborada al esposo».

La tradición histórica más avisada, al acuñar el nombre de laudes matutinas, oración de la mañana, pero sobre todo al colocarlas cronológicamente en el momento de la aurora.

«Las laudes matutinas están dirigidas y ordenadas a santificar la mañana, como salta a la vista en muchos de sus elementos» (OGLH 38). Efectivamente, muchas fórmulas de las laudes se refieren a la mañana, a la aurora, a la luz, a la salida del sol, al comienzo de la jornada. Se puede comprobar en los himnos ordinarios, en muchos salmos, antífonas, versículos, responsorios, invocaciones, oraciones y en el cántico Benedictus.

hqdefault.jpg

Los Laudes, evocan la resurrección de Cristo, que se produjo al alba. Cantan a Cristo, sol naciente, luz que ilumina al mundo y que viene a «visitarnos de lo alto» y a guiarnos en todas las actividades de la jornada y en la peregrinación diurna. Recuerdan también la creación (mañana del cosmos) y el mandato que Dios dio al hombre de dominar el mundo junto con la orden de plasmar, con su actividad libre e inteligente, la historia (mañana o génesis de la humanidad).

A la oración de laudes hay que reconocerle una acción sacramental, en el sentido de que constituye una súplica de toda la iglesia para pedir aquellos auxilios divinos que están en estrecha relación con su fin de santificación horaria y su función conmemorativa de los misterios de salvación.

Preparado por P. Jorge Nelson Mariñez Tapia
Fuente: V. Raffa, NDL


2 respuestas a “Naturaleza y Espíritu de cada una de las Horas. Parte I

Replica a Juan Zárate Cancelar la respuesta